Fisioterapia para los trastornos témporo-mandibulares
29/06/2018Síntomas de dolor femoropatelar
13/07/2018Quizás no te suene el nombre de Síndrome de Dolor Femoropatelar, como tampoco Síndrome de Hiperpresión Rotuliana Externa, pero si te digo Condromalacia Rotuliana seguro que la cosa cambia y te recuerda a lo que te han dicho que te pasa en la rodilla. Bien, te preguntarás sobre el porqué de tanta y tan diversa terminología, y esto tiene que ver en cómo ha ido evolucionando el conocimiento de esta patología musculoesquelética. Es una historia larga y curiosa que vamos a dejar para otra ocasión. Hoy hablaremos de los síntomas.
Esta patología genera normalmente dolor en la cara anterior de la rodilla, de manera más concreta en la zona alrededor de la rótula, que es ese hueso en forma circular que se mueve en el centro de ésta, aunque también puedes sentir rigidez y fragilidad en la rodilla, siendo también la inflamación un síntoma común. En resumen, con este problema, los pacientes ven disminuida su funcionalidad y calidad de vida.
Si tienes estos síntomas y ves que aumentan en situaciones como subir y bajar escaleras, o arrodillarse, o ponerse en cuclillas, o sentarse de manera prolongada en posiciones donde la rodilla queda flexionada del todo, es posible que esto sea lo que te pasa.
La rótula se desliza en un espacio que se forma en el extremo del fémur, como si fuera una «vía». Además hay una capa de un tejido que disminuye la fricción y que mejora el deslizamiento, que es el cartílago. En condiciones normales la rótula se mueve de manera ágil, sin interrupciones y sin generar ningún tipo de problema, pero en ocasiones, debido a circunstancias o factores de riesgo que vamos a enumerar más adelante, este movimiento normal se interrumpe produciendo los síntomas anteriormente descritos.
Los factores de riesgo más comunes son desde gestos deportivos repetidos en el tiempo, mal ejecutados, atrofia o disminución de la fuerza de algunos músculos vitales en la ejecución de dichos movimientos, rigidez y poca flexibilidad muscular/articular y malos apoyos en la pisada.
Aunque también tenemos otros factores de riesgo derivados de tu propia fisionomía como pueden ser, tener una rótula que no encaje bien en los cóndilos femorales (mala alineación de la rotula con la «vía») , o unos cóndilos femorales pequeños (la «vía» es demasiado pequeña), aunque estos últimos son muy poco comunes.
Por tanto, ya has visto que la identificación de estos factores de riesgo, más un buen diagnóstico son claves para poder plantear el tratamiento individualizado más adecuado a cada paciente, por eso es importante que busques a profesionales cualificados expertos en este tipo de patologías, y que te prepares para ser una pieza clave y activa en el tratamiento.