Quizás te ha pasado alguna vez, una molestia cuando vas a bostezar, o al abrir la boca para comer un bocadillo, o masticando. Pues bien, es muy posible que esa molestia venga por un problema en la Articulacion Temporo-Mandibular (ATM).

La articulación temporo-mandibular (ATM) está localizada en la zona anterior del meato auditivo externo (justo por delante de la parte anterior de la oreja) y está constituida por dos huesos, el temporal y la mandíbula inferior, que junto a otras estructuras internas y musculares constituyen dicha articulación.

Se calcula que un 25% de la población adulta sufre un trastorno témporo-mandibular, que ese porcentaje es más alto en población joven (de 19-45 años) y más frecuente en mujeres que en hombres.  Los problemas más habituales son los musculares, seguidos de desplazamiento de disco y por último, los cambios degenerativos…Y ¿por qué se producen o cómo se inician estos procesos?, bueno, pues entre los muchos factores de activación se encuentran el estrés o la ansiedad del día a día, como también esa tensión muscular nocturna, el famoso ‘‘bruxismo’’ que consiste en apretar o rechinar los dientes produciendo inflamación y tensión en articulación y músculos de la zona.

Pero… ¿cómo podemos saber si existe un problema en nuestra articulación?… pues bien, es importante prestar atención a los síntomas y a la historia clínica. El síntoma más frecuente, y el que más molestias suele generar es el dolor, un dolor que se encuentra localizado en la zona de la mandíbula y en la musculatura de la masticación. Además, este dolor puede ir acompañado, con frecuencia, de una limitación del movimiento, por ejemplo, al abrir la boca, y a la que se unen crujidos o crepitación incluso sensación de que tienes ‘‘arenilla’’, en la zona de la articulación, cuando realizas el movimiento.

También existen síntomas más periféricos, que nos cuesta más relacionar con la ATM pero que pueden ser indicadores de disfunción, como el dolor de cabeza y/o dolor cervical, debido a la relación que mantiene la  musculatura de la articulación témporo mandibular con la del cuello y por la cual el aumento de actividad de una, provoca aumento en la actividad del otro, o el dolor de oídos o también el desgaste dental, consecuencia del bruxismo antes mencionado, también pueden estar relacionados con un problema en la región témporo-mandibular.

Es posible realizar un tratamiento exitoso desde la fisioterapia de la mayor parte de los problemas de la articulación témporo-mandibular, para ello necesitas que tu fisioterapeuta realice una correcta valoración y que en ciertos casos tu dentista descarte otros problemas dentales. En la próxima entrada te contaremos cómo te podemos ayudar.

Hugo Martín Caba. Fisioterapeuta